La Comisión Europea ha presentado un conjunto de medidas destinadas a acelerar la transición hacia tecnologías de baja emisión de carbono en todos los sectores de la economía europea.
Muchas de esas medidas están centradas en la movilidad sostenible que, junto al resto de aspectos económicos y sociales de la unión, pretenden llevar a cabo la transición hacia una economía baja en carbono.
Para alcanzar los objetivos de emisiones marcados para 2030, la Comisión Europea plantea una estrategia enfocada exclusivamente a la movilidad baja en emisiones para todos los Estados miembros.
El aumento en la eficiencia de los sistemas de transporte mediante las tecnologías digitales, el fomento del uso de medios de transportes menos contaminantes y precios competitivos, son los principales elementos de la estrategia de movilidad sostenible para Europa.
Además, esta nueva estrategia incluye la aceleración en el despliegue de combustibles de baja emisión en el transporte público, como los biocarburantes avanzados, electricidad de origen renovable, combustibles sintéticos renovables y la eliminación de los obstáculos a la electrificación del transporte.
La estrategia presentada por la Comisión Europea también recomienda la transición hacia los vehículos de cero emisiones y otorga un papel crucial a las ciudades y sus autoridades locales para llevar a cabo la estrategia mediante el despliegue de incentivos al uso de vehículos de baja emisión y de energías limpias y el fomento del cambio al uso de transporte multimodal y activo: bicicleta, a pie, transporte público y vehículo compartido, para reducir los atascos y la contaminación.
La Comisión Europea trabajará activamente para garantizar que el gasto del presupuesto de la UE está en consonancia con los objetivos climáticos. Al menos el 20 % del actual presupuesto de la UE ya está expresamente vinculado al clima.