Cerca de 200.000 personas que acceden diariamente al área metropolitana de Barcelona (desde un radio aproximado de 30 Km), sufren retenciones de tráfico, una situación común a todas las grandes ciudades europeas, y que provoca un gran perjuicio a los usuarios, tanto a nivel de horas perdidas, como en costes económicos personales y globales. En tiempo, se pierden de media 52.000 horas diarias por la congestión, que equivale a 12,8 millones anuales de horas perdidas, con un coste de 137 millones de euros anuales (equivalentes al 0,1% del PIB de Catalunya) y 685 euros por usuario afectado al año.
Estas son algunas de las conclusiones de la nueva edición de la auditoría de movilidad La congestión en los corredores de acceso a Barcelona, elaborada por el RACC, que cuantifica los niveles de congestión en los accesos a Barcelona y sus consecuecias a varios niveles.
A pesar de que durante los últimos 10 años en Barcelona ha disminuido el tráfico a los accesos (un 9% respecto al 2006 y un 51% de la congestión), principalmente por la crisis económica, también es cierto que durante el 2015 ha empezado a aumentar la movilidad (un incremento del 3% de la movilidad y un 28% de la congestión). Por eso, si no se articulan medidas pronto es posible que, en los próximos años, la congestión se incremente un 50%, llegando a los niveles previos a la crisis con la pérdida de competitividad económica y de afectación a la calidad del aire que esto comporta.
Por todo esto, el RACC exige como medidas urgentes más oferta y calidad del transporte público, incluyendo que el Ministerio de Fomento (ADIF) realice las inversiones comprometidas en el servicio de cercanías de ferrocarril, y mejora en la gestión del tráfico: creación de Bus-VAO low cost, ampliación y mejora de acceso y seguridad en los park&ride y gestión de la velocidad variable, entre otras.