Los usuarios españoles están más predispuestos que la media europea a compartir los datos que generan los coches conectados, especialmente en caso de avería (un 92% frente al 87% de los europeos), enviar información sobre los datos técnicos de su vehículo para tareas de mantenimiento (un 85% frente el 78%), información de los kilómetros recorridos (un 79% vs 73%) y estilo de conducción para fórmulas de seguro telemáticas (un 72% frente al 60%). A pesar de todo, un 94% de los conductores también admiten que están preocupados y especialmente sensibilizados por la seguridad en el acceso a los datos, sobre todo por la posible revelación de datos privados, el posible pirateo de su vehículo (90%), el uso comercial de datos personales (88%) y el seguimiento de la localización del vehículo (79%).

Estas son las principales conclusiones que se extraen de la encuesta de opinión que la Federación Internacional del Automóvil (FIA) ha realizado durante el pasado mes de octubre a 12.013 usuarios de 12 países europeos (España, Francia, Italia, Gran Bretaña, Alemania, Bélgica, Austria, Finlandia, Dinamarca, Holanda, Polonia y República Checa), en la que el RACC y distintos Automóviles Clubs europeos han participado.

El taller mecánico de confianza es el preferido por los conductores españoles para compartir sus datos (78% vs 75%), seguido del fabricante del coche (67% vs 66%) y la compañía del seguro (65% vs 61%).

Interesados, pero preocupados por la legislación

España es el segundo país, después de Francia, donde hay más consenso entre los conductores sobre la necesidad de que la Comisión Europea y los estados miembros se doten de un marco legal que garantice que los datos generados por los coches conectados sean accesibles y explotables bajo unas condiciones de acceso seguras y normalizadas, de manera que cualquier proveedor de servicios pueda desarrollar y ofrecer servicios de forma segura y controlada, y que el conductor tenga la libertad de elegir y cambiar su proveedor.

Se calcula que en 2020, un 75% de los nuevos vehículos del mundo contarán con la tecnología necesaria para conectarse a Internet. En Europa, la obligatoriedad del e-Call (sistema de llamada automática de emergencia en caso de accidente) a partir del 2018 supondrá un paso adelante clave en la proliferación de aplicaciones y servicios para los coches conectados.