La Fundación MAPFRE ha elaborado este estudio de diagnosis de vehículos, con los datos correspondientes a un total de 76.800 inspecciones de automóviles gratuitas que ha llevado a cabo MAPFRE en los últimos meses. Entre las conclusiones que pueden extraerse del mismo, cabe subrayar que el parque automovilístico en España continúa registrando un deterioro notable. Así lo pone de manifiesto el hecho de que más de la mitad de los turismos españoles (60,1%) presenta algún defecto.

Estos vehículos, que tienen una antigüedad media de 13 años (casi 2 años más que en 2014) y una distancia recorrida de 145.000 kilómetros (6.400 más que hace dos años), presentan deficiencias en tres elementos clave en la seguridad: estado de las ruedas y neumáticos (31% en el caso de los vehículos de gasolina y 27% en los diésel), sistemas de iluminación (25% en ambos casos) y frenos (18% en gasolina y 8% en diésel).

También son comunes los fallos que se producen en el motor (32% en vehículos de gasolina y 25% en diésel), algo que ocurre con mayor frecuencia en los turismos con niveles de aceite inadecuados y correas y manguitos desgastados, y que si bien no producen un accidente de forma inmediata, pueden provocar una avería si no se corrigen a tiempo.  

La posibilidad de que el vehículo presente cuatro o más defectos crece con la antigüedad y los kilómetros: Mientras que sólo un 6 por ciento de los vehículos con menos de 86.000 kilómetros tienen cuatro o más defectos, ese porcentaje se incrementa hasta el 22 por ciento en los que tienen más de 190.000 km. La condición técnica de un vehículo influye de manera directa en la seguridad vial, por lo que resulta muy importante conocer el estado del mismo para poder llevar a cabo las acciones correctoras pertinentes en el caso de que sean necesarias.

Islas Canarias, Castilla y León y Castilla La Mancha son las Comunidades donde los vehículos tienen más  deficiencias, que por lo general tienen que ver con fallos en el sistema de frenos, neumáticos gastados y un insuficiente mantenimiento del motor, que se manifiesta especialmente en niveles inadecuados de refrigerante y aceite, y en un mal estado de manguitos y correas. Por el contrario, los vehículos andaluces, de Islas Baleares y catalanes son los que presentan una menor proporción de defectos, en concreto entre el 34 y el 38% del total.